Como todas las mañanas, ayer domingo fuimos al spa de la residencia a relajarnos para la cena especial que teníamos preparada por la noche. Estamos disfrutando muchísimo de las aguas termales, de los chorros y de las diferentes temperaturas del agua. Moverse en el agua es un ejercicio estupendo. Mueves todas las partes de tu cuerpo, flotas y sientes una sensación de libertad maravillosa.
Y por la tarde estuvimos poniéndonos guapos y guapas para la gran cena.
Como no podía ser de otra forma a cena no nos defraudó. Todo estaba buenísimo en la que estaba todo buenísimo y además lo pasamos genial, como siempre. ¡Tenemos un grupo estupendo!
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