Ayer fue el último día porque hoy volvemos a Vitoria, así que fue una jornada llena de emoción y nerviosismo.
Por la mañana nos dimos el último chapuzón en la piscina. Por la tarde, después de ducharnos preparamos las maletas e hicimos las evaluaciones de nuestra estancia en 'El bosque de los sueños'. Después de cenar nos entregamos los regalos del esperado algo invisible y los más juerguistas se animaron a bailar un rato antes de irnos a dormir. ¡Qué bien lo pasamos!
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