Don Jose Antonio Vadillo Rey, alias Don Vito Corleone, y su ilustrísima Unai López de Munain, alias Mickael Corleone nos levantamos porque no había más remedio y preparamos las mochilas para ir a Terra Mítica. El día iba a ser movido pero al final fue un terremoto. Todo empezó a la hora de subir al autobús. La silla de Vadillo gripó y se jodió el día, allí empezó la calvaríe en tierras romanas. Mi sexy monitor Unai tuvo que empujar hasta la entrada. Allí alquilamos una moto eléctrica que a duras penas podía manejar. E así que a la hora de comer rompí un jarrón. Comimos perfectamente pero el dolor de culo empezó a ser intenso. La solución fue tumbarse en unas banquetas y allí los dos nos echamos una placida siesta. Al despertarme de la siesta tenía un pie dormido. Con la ayuda de los trabajadores del restaurante. a los que desde este blog les saludamos con profunda gratitud y cariño, en especial a las chicas, nos colocamos de nuevo en la moto. Salimos a ver un espectáculo de romanos que estuvo entretenido. Así acabó nuestra particular vía crucis en Terra Mítica. Recuperamos nuestra silla que seguía sin responder y que parece que va a estar así para largo rato... Hoy en día avanzo a base de pedos. El caso es que Unai tuvo que empujar todo lo que quedaba de día.
Parecía que todo iba a acabar así, pero no fue más que una ilusión como la que tenemos por ganar la quiniela. Nos quedamos flipados cuando la silla se reclinaba hacia abajo. La sonrisa volvió a nuestros rostros demacrados. Júbilos de alegría, jolgorio, fiesta, desenfreno y hasta un poco de lujuria entre socio y monitor acabó rápidamente cuando vimos que el respaldo de la silla si se echaba para atrás pero no para delante. Situación, Vadillo parecía una tabla de surf. Esta nueva situación nos hizo improvisar ya que así era complicado que entrásemos en el autobús. Afortunadamente entramos. por que si no a Unai le tocaba empujar de Benidorm a Santa Pola.
El día acabó. Fue un día duro e intenso pero también nos lo pasamos muy bien ya que a cada adversidad respondíamos con una sonrisa. Este día pasará a la historia de las vacaciones de Aspace, que por el momento están siendo geniales.
Parecía que todo iba a acabar así, pero no fue más que una ilusión como la que tenemos por ganar la quiniela. Nos quedamos flipados cuando la silla se reclinaba hacia abajo. La sonrisa volvió a nuestros rostros demacrados. Júbilos de alegría, jolgorio, fiesta, desenfreno y hasta un poco de lujuria entre socio y monitor acabó rápidamente cuando vimos que el respaldo de la silla si se echaba para atrás pero no para delante. Situación, Vadillo parecía una tabla de surf. Esta nueva situación nos hizo improvisar ya que así era complicado que entrásemos en el autobús. Afortunadamente entramos. por que si no a Unai le tocaba empujar de Benidorm a Santa Pola.
El día acabó. Fue un día duro e intenso pero también nos lo pasamos muy bien ya que a cada adversidad respondíamos con una sonrisa. Este día pasará a la historia de las vacaciones de Aspace, que por el momento están siendo geniales.
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